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(Lc.10, 38-42) (leer)

En este capítulo se habla de un tema que actualmente a nivel personal he tenido que revisar para darme cuenta hasta que punto estaba (y aún estoy) dentro de una dinámica hacedora que ya no se correspondía con mi presente vital y fue la ansiedad (por primera vez en mi vida) la que me tuvo que avisar, que como todos los síntomas y enfermedades que vienen a visitarnos traen un mensaje.

Fuera de lo personal aunque en relación, la época en la vivimos tiene de fondo un hilo musical que nos dice continuamente, si no haces no existes, el descanso te lo tienes que ganar, el éxito es para quién actúa. Todo esto sin ánimo de poner el problema afuera porque el mundo siempre es un reflejo de lo interior y creo que parte de esta dinámica tiene que ver con que vengamos de generaciones de guerras y migraciones, generaciones que realmente si no hacían se morían de hambre. Por ejemplo, una de las expresiones que utilizamos a menudo y que mas me sorprenden, por la fuerza que puede llegar  a tener en nuestro inconsciente es que al trabajar o conseguir dinero lo llamemos ganarse la vida, uniendo de alguna manera hacer con vida (y por consiguiente no hacer con muerte), como si estar vivo nos lo tuviéramos que ganar y la buena vida solo se la mereciera el que haya hecho una serie de cosas.

En este capítulo, las 2 hermanas, simbolizan los 2 movimientos básicos del intercambio, Marta simboliza el dar/hacer (hacia afuera) y María simboliza el recibir/contemplar (hacia adentro), cualquier exceso o defecto de una de las 2 produce un desequilibrio en el intercambio, dando lugar a personas que buscan ser amadas dando sin límite (ocurre mucho en las parejas) y personas que buscan ser amadas exigiendo recibir sin límite, estando ambas insatisfechas con el intercambio y habitualmente, como se suele decir, se junta el hambre con las ganas de comer. En la escena Jesús pone en el centro el papel de María, osea la contemplación, la mirada sin pretensión, el recibir, la inacción, la receptividad, el dejar que la realidad se exprese sin intervenir (algo que tanto nos cuesta), diciéndole a Marta que su hermana ha elegido la mejor parte.

Todos tenemos dentro a una Marta y una María discutiendo continuamente, pero al leer este texto por primera vez todos nos ponemos de parte de Marta, y ¿por qué?, porque es la que esta haciendo, mientras que María esta sentada escuchando (como si escuchar no fuera importante). Y es que todos cargamos de una u otra manera, desde nuestro niño interior, expectativas familiares y sociales que se unen al instinto de pertenencia, por lo que, hacemos para pertenecer, hacemos para agradar y hacemos para ser vistos, en definitiva para sentirnos merecedores de amor. Desde la infancia intentamos resolver este tipo de conflictos creando personajes que mas adelante nos impedirán adaptarnos a lo que cada situación futura nos exija porque no hacerlo de esa manera que aprendimos puede conllevar que no nos amen (en el inconsciente la exclusión y la muerte). En un momento pasado nos vino bien llevar un paraguas porque llovía y ya de adultos sentimos la necesidad de cargar con ese paraguas, aún cuando ya no llueve o incluso aunque la lluvia ya no nos moleste  y queramos mojarnos. Marta en este capítulo esta en esas, aunque Jesús este en su casa (que siempre invita a los personajes a estar en el presente) sigue en su automatismo, sigue en la exigencia, no se permite parar porque ella siente que es vista y merecedora de amor solo cuando hace y es resolutiva, la cuestión es que en ese preciso momento no hay nada que resolver, solo parar y recibir lo que el presente tiene ahí para ella.

P.D:  se me viene a la mente ahora la cantidad de actividades extraescolares a las que sometemos a los niños desde muy pequeños, dejando en último lugar la contemplación e incluso el aburrimiento tan necesario, formándose así la creencia de que me amarán solo si cumplo ciertas expectativas, si hago lo que se espera de mi.

Bruno Hernanz

Bruno Hernanz

Hace unos años estudie teoría sistémica, junto a Constelaciones Familiares y Biodescodificación utilizando como herramientas el tarot y muñecos, ahora lo aplico para escribir, de vez en cuando, pequeñas reflexiones utilizando como excusa el Evangelio.

6 Comments

  • La Catenaria dice:

    Que bueno leerte, Bruno.
    Abrazo grande.

  • Paula dice:

    Muchas gracias Bruno, como siempre me ha encantado tu reflexión y la comparto plenamente. Creo que es importante comprender que no se trata de la contraposición entre dos actitudes: la escucha activa, la contemplación, y el servicio concreto al prójimo. No son dos actitudes contrapuestas, sino, al contrario, son dos aspectos, ambos esenciales para nuestra vida cristiana o laica, son aspectos que nunca se han de separar, sino vivir en profunda unidad y armonía. En el fondo Marta es «reprendida» porque consideró esencial sólo lo que estaba haciendo, es decir, estaba demasiado absorbida y preocupada por las cosas que había que hacer y como bien dices creo que todos, cuál más cual menos, valoramos y damos más importancia al hacer activo, más que al contemplar , al escuchar y o escucharse.
    Muchas gracias Bruno, me pareció súper interesante y me encantó reflexionar sobre el tema. Espero atenta la próxima publicación. Te felicito!! Paula.

  • Pirrito dice:

    Olé

  • Anónimo dice:

    I miss you 🥲

  • Rubídio dice:

    I miss you 🥲

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